A diferencia de su primera versión, el controlador Wolverine V2 solo está disponible en una versión con cable. Adiós a los placeres de la conexión inalámbrica, pero sepa que la marca compensa esta pérdida de movilidad con un cable particularmente largo. Este último nos ofrecerá de paso una autonomía ilimitada. Con un chasis completamente revisado, el Wolverine V2 causa una fuerte impresión desde su primer agarre. Los mangos ofrecen una curva pronunciada, que nos recuerda mucho al mando de Xbox 360. Es esta forma más generosa la que falta en el mando de Xbox One, cuyas líneas más tensas ofrecen menos comodidad en nuestra opinión. Para un agarre óptimo, estos mangos también están revestidos con un revestimiento de goma texturizada que ofrece un agarre inigualable, incluso si sufres de sudoración extrema en las manos. Tan pronto como comienzas, te sientes como en casa, y eso se debe en parte a la disposición muy clásica del controlador. La disposición de las teclas está sacada directamente del mando oficial de Xbox, con sus sticks asimétricos, su D-pad y sus cuatro grandes botones. Sin embargo, Razer ha añadido dos pequeños botones en la parte delantera, entre el D-Pad y el joystick derecho, y dos botones de corte adicionales, sabiendo que sus funciones son configurables.
A nivel de los gatillos somos un poco más reservados, el perfil de estos últimos no estaba tan acertado como el de los mejores mandos, como el Xbox Elite por ejemplo. Tenga en cuenta, sin embargo, que dos pequeños interruptores ubicados debajo del chasis le permiten modificar el golpe de los gatillos y cambiarlos al modo de gatillo para brillar en FPS competitivo. En términos concretos, esto reduce al mínimo el golpe de los gatillos, para minimizar el tiempo perdido presionando las teclas. La buena noticia es que Razer ha renovado sus interruptores mecánicos debajo de las teclas ABXY y debajo del D-Pad, lo que te permite tener un toque inigualable, y una sensación de calidad bastante increíble. En general, el Wolverine V2 parece haber sido elaborado con cuidado. El objeto es bastante pesado (274 g), los motores de vibración son potentes y las diferentes partes están perfectamente ajustadas (lo que no siempre es así en los controladores básicos de Xbox One, por ejemplo). También debemos mencionar la presencia de un conector de 3.5 vías de 3 mm en el borde del controlador, para que pueda usar casi cualquier auricular en su consola.
Sin embargo, este Wolverine V2 también se aleja de las tradiciones de Razer, por ejemplo, con la ausencia de iluminación RGB (ni siquiera estamos hablando de Chroma, que sin embargo estaba disponible en la primera iteración de Wolverine), y la ausencia de compatibilidad con Synapse. software cuando está en una PC. Cualquiera que sea su plataforma, deberá obtener el software específico para el controlador en Microsoft Store para poder ajustar su nuevo juguete. Después de este inconveniente, nos consolamos con las muchas opciones que ofrece un software intuitivo y fácil de usar. Así podremos gestionar la sensibilidad de los sticks, su zona muerta, y configurar todos los botones del pad según nuestras preferencias. La buena noticia es que este dispositivo de golpe de serpiente se cambia por 120€, lo cual es muy razonable dada la calidad del objeto y los servicios que ofrece. La competencia suele ser mucho más cara (Elite, Astro, etc.), lo que significa que lo último de Razer está muy bien posicionado en el mercado, y que debería llamarte la atención si juegas en PC o Xbox.