En primer lugar, cabe señalar que esta prórroga no es autónoma, contrariamente a la tendencia mayoritaria de los últimos años. Por tanto, es imprescindible disponer de Anno 1404 para poder disfrutarlo. Por lo tanto, ¡no es necesario recordar los principios básicos de la serie! Nos contentaremos con indicar a los inocentes que aún lo desconozcan que los Anno se encuentran entre los mejores juegos de gestión que han existido jamás, y que es imprescindible haber jugado al menos una vez a los episodios 1701 o 1404 en su existencia, bajo difícil entrar en el sexto círculo del infierno cuando llegue el momento de pasar de la vida a la muerte. Hechas estas aclaraciones, pasemos a detallar las pocas novedades que trae Venecia. El más importante sin duda se refiere a la aparición de un modo multijugador, cuya ausencia lamentamos en el juego original. Hay que decir que el episodio anterior (Anno 1701) lo tenía y que esta regresión parecía totalmente incomprensible. Malas mentes (algunos hablarán más bien de mentes iluminadas...) no dejarán de ver ahí una típica bajeza de las grandes editoras de videojuegos: amputar voluntariamente un título de algunas funcionalidades para poder venderlas después en forma de extensión o contenido descargable. ¡A todos les gustará o no, dependiendo de su sensibilidad y su capacidad para soportar el truco! Aún así, este modo multijugador multiplica por diez las posibilidades de juego, ya que no solo permite competir a ocho jugadores, sino que también permite la cooperación. Así, hasta cuatro compañeros pueden unirse al mismo equipo para gestionar el desarrollo económico de su colonia en perfecta coordinación. Todos entonces comparten el control de las construcciones, las finanzas, las rutas comerciales, lo que requiere un acuerdo perfecto bajo pena de crear fuertes disensiones internas.
No veas Venecia y muérete
El solo no se queda atrás, ya que está enriquecido con quince escenarios independientes, que respaldan seriamente los seis ya presentes en Anno 1404. Pero aquellos que esperaban una gran campaña gratuita que les permitiera construir su propia ciudad veneciana se sentirán decepcionados. costos. Este no es el propósito del juego, al contrario de lo que podría sugerir su subtítulo. El ambiente italiano se destila principalmente a través de los nuevos personajes en los escenarios y las ciudades que controlan, pero nunca se trata de construir canales y góndolas tú mismo. Descartado este posible malentendido, siguen siendo pequeñas aventuras bastante variadas y bastante agradables para aquellos a los que les gusta tener metas que alcanzar. Algunos se saltan cualquier fase de gestión y construcción, como The Istar Labyrinth, que sumerge uno de nuestros barcos en un laberinto marítimo en busca de varios tesoros. Otros, por el contrario, requieren un verdadero talento como urbanista, como los que nos sitúan en terrenos infértiles o los que poseen poco suelo edificable. La mayoría de los escenarios se centran en un punto específico (aventura, desarrollo, diplomacia, guerra, etc.) y recorrerlos uno tras otro te permite experimentar todas las nuevas funciones de juego introducidas en la expansión. Pensamos en particular en las operaciones de sabotaje, que son tan agradables en solitario como en multijugador. Para jugar a hacer trampa, todo lo que tienes que hacer es construir una Base de Operaciones en tu isla. Para ser lo más discreto posible, adopta el aspecto de una vivienda clásica. A continuación, puede enviar un espía para invertir en una vivienda opuesta. Según el nivel de civilización de la casa infiltrada, el agente secreto podrá realizar diferentes actos de sabotaje (por ejemplo, piromanía, revuelta o envenenamiento según se haya apoderado de una casa campesina, ciudadana o patricia).
Este no es el propósito del juego, al contrario de lo que podría sugerir su subtítulo. El ambiente italiano se destila principalmente a través de los nuevos personajes en los escenarios y las ciudades que controlan, pero nunca se trata de construir canales y góndolas tú mismo".
Las civilizaciones orientales no se quedan atrás ya que invadir la casa de un nómada o emisario puede desviar la atención y el dinero de los habitantes con la ayuda de una bailarina del vientre o un falso profeta. La función de sabotaje mantiene por tanto un auténtico juego del gato y el ratón. De hecho, las Bases de Operaciones también nos permiten informarnos de la presencia de espías enemigos, que luego debemos buscar inspeccionando una a una las casas de nuestra elección (lo que lleva tiempo y cuesta dinero) o atraparlos en el acto por identificándolos a simple vista entre nuestra población y pinchándolos antes de que hayan podido cometer su fechoría. Si esta es la novedad más agradable de esta extensión, no debemos olvidarnos de las demás. Empezando por las islas volcánicas, que te permiten personalizar al máximo los depósitos de materias primas. Por otro lado, tienes que vivir con una espada sagrada de Damocles sobre tu cabeza: la potencial erupción del volcán, que probablemente destruya todos los edificios circundantes. Anno 1404: Venice también desarrolla el concepto de "ayuntamiento", gracias al cual se puede controlar una ciudad comprando la mayoría de los escaños. Fíjate de paso que, como la mayoría de las novedades de esta extensión, esta función se puede activar o desactivar en las opciones. Finalmente, la construcción del edificio "Circunscripción" reduce los costes de mantenimiento de todos los edificios de producción de la isla y da acceso a un nuevo menú que proporciona estadísticas e información detallada sobre costes operativos, productividad, población, ingresos, etc. Una buena adición que resume bastante bien la naturaleza de esta extensión: agradable pero nunca revolucionaria.