América profunda
Gráficamente en primer lugar, el título está rindiendo honorablemente con un modelado bastante correcto del Capitán América, pero también de los diversos enemigos a los que hay que matar. Por supuesto, el síndrome de copiar/pegar en el bestiario está muy presente, pero los adversarios nazis a veces se benefician de un trazo de lápiz que no es demasiado asqueroso. En cuanto a la escenografía, no hay malas sorpresas, pasamos por niveles que no son realmente memorables pero que corresponden a la atmósfera de la película, muy de la Segunda Guerra Mundial. Si el peloche de Joe Johnson nos cuenta la transformación de Steve Rogers en un supersoldado, en el juego estamos directamente inmersos en el corazón de la acción. Catapultado en medio de un pueblo invadido por el ejército nazi, nuestro superhéroe comienza la aventura sinterizando como se debe. Y aquí es donde entra la otra grata sorpresa del juego: la jugabilidad. Completamente plagiado de los de Batman: Arkham Asylum, las mecánicas de juego de Capitán América resultan bastante efectivas. Sin escopeta ni metralleta, el emblema americano lucha como un verdadero hombre, es decir con las manos desnudas y acompañado de su escudo fabricado en una aleación de vibranio. Al igual que Batman: Arkham Asylum, los combates de Capitán América: Supersoldado aportan un sentido más estratégico que la media con la posibilidad de esquivar los golpes de los adversarios de forma fluida e inteligente, sin romper nunca las secuencias de combos. Para ello, nuestro superhéroe multiestrellado podrá esquivar (rodando por el suelo, pasando por detrás, apoyándose contra una pared) los golpes de sus contrincantes con una simple pulsación del botón correspondiente. Para facilitar mejor la tarea del jugador, aparece un efecto visual al nivel del enemigo listo para atacar. Además, siempre con vistas a variar los placeres, Next Level Games tuvo la buena idea de incorporar ataques de foco que dinamizan mucho la acción. Una combinación de teclas, que además de ofrecer un efecto de cámara lenta de lo más bonito, permite sobre todo acabar con un enemigo de un solo ataque. Obviamente, este movimiento especial es limitado y para hacerlo, tu indicador de poder debe estar al menos lleno.
Al igual que Batman: Arkham Asylum, los combates en Capitán América: Supersoldado aportan un sentido más estratégico que la media con la posibilidad de esquivar los golpes de los adversarios de forma fluida e inteligente.
Dado que Next Level Games ha decidido copiar Rocksteady, también existe el mismo sistema de actualización que le permite al Capitán América desbloquear ataques a lo largo de su aventura. Crear una onda expansiva, noquear a varios enemigos a la vez o incluso acabar con un oponente en el suelo son posibilidades que ofrecen cierta variedad en la jugabilidad. Entre los movimientos un poco nuevos en el juego, es posible cambiar a vista congelada, lo que le permite a nuestro héroe lanzar su escudo con precisión. Esta acción es muy útil para desalojar a un francotirador escondido en altura, pero la lentitud de los movimientos del héroe no se adapta realmente a la velocidad de los enemigos que no dudarán en excitarte. Esto es aún más cierto ya que una vez golpeado, el Capitán América permanece vulnerable durante 2 segundos, lo que obliga al jugador a presionar el botón X o A para recuperar el sentido más rápidamente. Este es quizás uno de los grandes puntos débiles del juego: la falta de capacidad de respuesta debido a la angustiosa lentitud del personaje. Otra característica no necesariamente gloriosa del Capitán América: la progresión que se encuentra en el clásico con una sucesión de niveles poco abierta y con un enfoque repetitivo. Porque si bien es recomendable revolver por todas partes para recuperar archivos ocultos y otros elementos, hacer el acróbata sobre vigas o descifrar códigos resulta bastante aburrido al final. El título de SEGA de repente revela sus límites con bastante rapidez. Nos hubiera gustado entonces más acertijos para resolver y más jefes, ya que tenemos que esperar al Capítulo 4 antes de enfrentarnos a un enemigo digno del calibre del Capitán América. Dicho esto, no estropeemos demasiado nuestro placer, por una vez que una adaptación de un juego con licencia de película no es un desastre anunciado, al menos podemos esbozar una sonrisa...