Y la primera mala sorpresa viene del lanzamiento de la campaña. Este último, sin embargo, tiene el buen gusto de estar dispuesto de una manera relativamente original, ya que toma la forma de un consejo de guerra. Reunidos alrededor del duque Iván, los representantes de las seis facciones jugables (Havre, Académie, Necropolis, Bastion, Sylve y Dungeon) cuentan cada uno su historia, que cada vez toma la forma de una minicampaña. Así podremos empezar con la facción que prefiramos, o incluso alternar entre distintos capítulos para no cansarnos nunca. Pero ahora, esta buena idea se echa a perder notablemente por una realización totalmente improbable. Lo que debería haber tomado la forma de cinemáticas de calidad se convierte en una semi-presentación de diapositivas, porque los personajes no están animados de ninguna manera. Durante los diálogos, algunos de ellos tienen la boca entreabierta, en una postura tan congelada como ridícula, mientras que otros la mantienen completamente cerrada. En 2015, que una editorial tan grande como Ubisoft se permita, en una franquicia tan importante como Heroes of Might & Magic, no animar los modelos 3D utilizados para presentar la campaña para un jugador es tan inaceptable como incomprensible. Es cierto que esto no cambia nada en el corazón mismo del juego, pero realmente tenemos la impresión de haber comprado una producción de segunda al precio de AAA. También podemos señalar la ausencia total de tutorial, no teniendo el jugador más remedio que sumergirse directamente en la minicampaña de su elección, un multipartido, un duelo o una escaramuza. Un hueco que difícilmente perjudicará a los habituales de la serie, pero que corre el riesgo de dejar en el suelo a muchos recién llegados. Les recordaremos que un juego típico tiene lugar tanto en un mapa donde los héroes se mueven por turnos, donde se recolectan recursos y se mejoran las ciudades, como en mapas de cuadrícula dedicados al combate. Estos también se desarrollan por turnos y en ellos se enfrentan dos ejércitos formados por unidades móviles, acompañados de algunas unidades fijas que permanecen detrás de la cuadrícula. Incluido el propio héroe, que puede lanzar un hechizo o atacar cada turno.
MAGIA PERO POCO PODER
Las fases de ataque o defensa de las ciudades aportan un poco de variedad al concepto, ya que muros y fosos bloquean el paso de los atacantes. Avec sept ressources, des dizaines de sorts, de multiples talents à débloquer pour les héros, des objets d'inventaire à porter, de nombreuses unités de toutes sortes (au corps à corps ou à distance, volantes ou non, dotées de capacités spécifiques ou pas...) et tout ce qui concerne la gestion des villes (construction de bâtiments, recrutement d'unités, recherche de sorts, fortifications, etc), il y a de multiples tactiques à mettre en œuvre et on ne s'ennuie pas un segundo. Los nuevos desarrolladores han respetado a la perfección los diversos preceptos de la serie y, en esto, vale la pena hojear el juego. También podemos saludar la presencia de muchas formas de jugar, ya sea solo (campaña, duelos contra la IA, escaramuza en uno de los trece mapas dedicados a este fin) o multi (en línea, en red e incluso en "asiento caliente", es decir, cada a su vez frente a la misma PC). Por otro lado, posiblemente lamentemos la presencia de una cuadrícula de combate hecha de cuadrados y no de hexágonos, incluso si el juego afortunadamente maneja las bonificaciones de ataque desde atrás o desde el costado.
Del mismo modo, algunos lamentarán la ausencia de los Enanos, aunque hay dos facciones dedicadas a los elfos (clásicos y negros). Pero dado que esta elección es el resultado de una votación organizada hace casi un año con los fanáticos, no culparemos demasiado a los desarrolladores. ¡Pero que no esperen indulgencia de los jugadores en lo que respecta a los logros técnicos! Ya hemos mencionado el problema de la puesta en escena de la campaña, pero los juegos en sí no están exentos de errores y cierta falta de optimización. Regularmente tienes que lidiar con tiempos de carga que son demasiado largos para ser honesto, el juego simplemente se bloquea a veces o comienza a gatear sin razón aparente para los demás, e incluso tienes que lidiar con errores muy molestos. Durante los combates pudimos ver una unidad impulsada por la IA yendo y viniendo entre dos puntos del mapa, u otra negándose a hacer nada. Un cambio al modo de resolución de combate automático fue suficiente para desbloquear la segunda situación, pero para la primera, tuvimos que salir del juego y reiniciarlo. También podríamos encontrar fallas en las voces francesas no siempre convincentes, o incluso en el manejo imperfecto de la dificultad, pero no queremos sobrecargar la mula. Porque si está lejos de ser el mejor episodio de la serie, Might & Magic Heroes VII sigue siendo un juego que es difícil dejar pasar una vez que empiezas a jugar. Y eso es lo principal.