Gracias a la fauna y flora del planeta AR-Y 26, el cambio de escenario está garantizado mientras que la exploración se beneficia de un diseño de niveles bien pensado.
Detalle sutil y bienvenido: si eliges jugar al mejor amigo del hombre, escucharás el típico jadeo canino cuando corres demasiado tiempo. Además, la computadora de a bordo tiene un sistema de mensajería que, en última instancia, solo demostrará ser bueno para inundarlo con spam, mientras que los videos publicitarios completamente prohibidos se transmiten regularmente en las diversas pantallas de la cabina. El humor de estos pubs es a veces exitoso, a veces "meta" (la presencia de múltiples microtransacciones en "Mobamobamobamobile VR V17" se presenta como un argumento de venta positivo) y, a veces, de mal gusto. Hay un poco para comer y beber, y no todas las bromas funcionan. La dirección artística, en cambio, funciona a la perfección. Los colores brillantes, la flora variada y la fauna extraña evocan efectivamente un mundo distante, como bien lo entendieron No Man's Sky y The Outer Worlds en el pasado. El éxito en AD es aún más importante ya que el juego pone especial énfasis en la exploración. El jugador es libre de llevar a cabo las diversas misiones (principal, secundaria, experimental y global) en el orden que prefiera, y de vagar como le plazca en este mundo semiabierto. Solo la construcción de decorados al estilo “metroidvania” impone límites, ya que será imprescindible desbloquear determinados poderes para acceder a determinadas zonas.
PLANETA ELEGANTE
Lejos de generarse aleatoriamente, todos los entornos han sido diseñados "a mano" y, por lo tanto, siempre ofrecen algo interesante para hacer o ver. El modo de juego es similar a un juego de supervivencia. Si uno de los principales objetivos es escanear el mayor número posible de elementos del ecosistema local, también es necesario recuperar diferentes recursos (carbono, aluminio, silicona y aleaciones extraterrestres) destinados a la impresora 3D de nuestra nave espacial. Esta fábrica en miniatura te permite fabricar varias herramientas y mejoras de equipo, incluida una pistola y un gancho de agarre. Este último te permite aferrarte a ciertos puntos fijos específicos, pero también "surfear" en ciertas rampas como un BioShock Infinite. Una vez más, todo está hecho para fomentar la exploración. Si son secundarios, las peleas siguen estando muy presentes. Por un lado porque el juego muchas veces te anima, y en ocasiones incluso te obliga, a masacrar a las inocentes criaturas de AR-Y 26, lo que te permite recuperar una buena cantidad de recursos. Y por otro lado porque el planeta también es hogar de animales agresivos, contra los que absolutamente tendrás que luchar. Algunos de ellos solo pueden eliminarse disparando a puntos débiles específicos, un principio que también se aplica sistemáticamente a los pocos jefes que marcan la aventura.
Incluso si recuerda inevitablemente a Subnautica o incluso a No Man's Sky, Journey to the Savage Planet sigue siendo un título relativamente original, que disfrutamos hojeando a pesar de sus pocas imperfecciones.
Más anecdóticamente, también es posible abofetear y patear a criaturas más pequeñas. Para variar los placeres y poder atravesar ciertos pasajes, es necesario recolectar diferentes "armas" en la naturaleza: cebo para atraer animales, pegamento para inmovilizarlos, frutas ácidas para disolver las cáscaras, frutas que permiten depositar puntos de empuñadura para el garfio en determinadas superficies, frutas eléctricas, frutas explosivas, etc. Este punto de la jugabilidad también nos da la oportunidad de corregir las pocas fallas del juego, ya que solo puedes llevar una cantidad muy limitada de cada herramienta. Sucede pues, por ejemplo, que nos encontramos frente a un pasaje que sólo se puede cruzar con la ayuda de una fruta eléctrica y que, al no tenerla a mano, debemos entonces hacer laboriosos viajes de ida y vuelta para desenterrarlo También es defectuoso el sistema de mochila que uno tiene que recoger cada vez que muere. Sucede que la bolsa se coloca en un lugar de difícil acceso, o demasiado lejos del lugar donde realmente se ha perecido, por la verticalidad de los ambientes. La interfaz también habría merecido más cuidado, sobre todo en PC ya que la navegación por teclado no es nada práctica (mientras que el teclado/ratón sigue siendo preferible al joystick durante las fases de exploración y combate). Todo esto impide que el juego sea un éxito total, pero no lo perjudica demasiado. Después de haber derrotado al jefe final después de unas diez horas, también nos complace continuar la exploración para encontrar todos los elementos para recolectar, y en particular los barriles de combustible que nos permiten regresar a la tierra... y así activar la pantalla. de los créditos finales por segunda vez!