Tras servirnos unos cuantos recopilatorios desagradables (recordemos los mediocres Sonic Gems Collection y Sega Classics Collection), Sega aborda ahora el exhaustivo catálogo de la Megadrive, la consola de 16 bits de referencia de la firma, que se llevó todos los honores durante la década anterior. Si empezamos a conocernos de memoria los rincones de la isla en Sonic The Hedgehog y su secuela, es con cierta fibra nostálgica que redescubrimos viejos éxitos como Altered Beast, Alex Kidd en El castillo encantado, Ecco The Dolphin, los tres episodios de hacha dorada, Chameleon para niños, Ristar, Super Thunder Blade, Shinobi III o incluso los tres episodios de Phantasy Star. Tantas pepitas que algunos están dispuestos a pagar caro en sitios de subastas como eBay, en su embalaje original, por supuesto. Encontrar todos estos títulos míticos en un mismo disco es por tanto todo un reto y por el precio al que se vende, muchos son los que se verán tentados.
crisoles
Sin embargo, entre esta treintena de juegos que ahora se han convertido en culto, algunos no tienen el mismo aura. Este es el caso, por ejemplo, de Flicky o incluso Gana terreno, ambos lanzados en 1991. Las dos obras de vector quienes, a pesar de su corta edad (1995, 1996) también son una faena entre la lista de títulos de referencia incluidos en este disco. En este mismo período, los amantes de los juegos de rol los preferirán, con razón, Phantasy Star II, III et IV. Una oportunidad de oro para sumergirte, si te apetece, en el cautivador universo de la legendaria serie que ha perdido parte de su brillo desde su transición al 3D. La presencia de Virtua Fighter 2 también es inesperado y nos recuerda hasta qué punto el éxito del juego ha permitido a los propietarios de Megadrive disfrutar de su demoledora jugabilidad, todo en 2D. Realmente hay algo para divertirse con Sega Megadrive Collection, que también ofrece bonificaciones adicionales para desbloquear (galería de imágenes, entrevistas, videos inéditos) para brindar algo más que los fanáticos apreciarán a su valor justo. Incluso se ha añadido una sección de Museo para que los más pequeños puedan conocer sus clásicos de los videojuegos. Un recopilatorio exquisito, por tanto, al que aún le faltan los episodios de Street of Rage para adquirir su condición de imprescindible.