Un desarrollador de Squaresoft (Akitoshi Kawazu ya está detrás de FFX) llega a su oficina y dice: “Hola, chicos, tengo una idea… ¿qué tal si hacemos un juego rígido? ".
Y a los demás a responder: “Oh, sí, está bien, sí, es una buena idea… ¡Estamos muy felices! ".
Juego de rol de papel sí, videojuego de cartón no
Lástima que cayera en el cuarto episodio de una serie muy apreciada por los fans, la de la Saga Romancing (1, 2, 3 en Super Famicom). Para poder saborear las alegrías de un juego como este, es necesario estar en un estado de ánimo muy particular. Así que el programa del día: correr desnudo en la nieve, ducha fría, bofetada, sopa de piedras, otra bofetada. Ahí tienes. Tu personaje elige entre los 7 disponibles (cada uno de ellos con sus propias necesidades y objetivos), comienzas tu aventura. Evolucionas casilla a casilla en un mapa hasta que tu misión (llevar un objeto de un lugar a otro) se ve interrumpida por incesantes batallas aleatorias. Justo antes de iniciarlo decides los ataques que vas a realizar durante los 5 ataques que seguirán, intentando si es posible enlazarlos con combos. Los puntos de vida disminuyen hasta que consumen tus puntos de ataque. Una vez que estos se agotan, estás muerto. Sin animaciones, solo imágenes fijas, interminables menús desplegables... Todo parece haberse hecho para complicar la vida del jugador, incluso si el jugador ha sido amable durante todo el año. Mientras juegas a USG es muy posible que en muchas ocasiones tomes la cabeza entre las manos para sacudirla lentamente de derecha a izquierda mientras dices con voz apagada y apagada: “arghhh…”. Porque en Unlimited SaGa todo sale mal, un poco como esas mañanas en las que se te cae la tostada por el lado de la mermelada: las armas se rompen con mucha facilidad, la velocidad de desplazamiento de la "rueda de la fortuna" (que sirve para esquivar trampas, para abrir cofres etc…) es demasiado alto y es imposible salir de un calabozo (tienes que morir o completarlo). Una auténtica cámara de torturas y, para ser sinceros, nos da miedo ver llegar a Vincent Price a su salón disfrazado de inquisidor inglés con un pico resplandeciente en la mano. Esto es aún más lamentable porque, como es costumbre en Square, los gráficos y la música son excelentes. Puede que nos encanten los juegos difíciles (motivadores y con un verdadero sentido de desafío), todos estos elementos son solo restricciones innecesarias que no respaldan la trama o la jugabilidad.
Prueba realizada por Franck Richard