Bajo su aire de pequeño juego independiente, Sea of Solitude es en realidad el resultado de un largo y denso viaje. Anunciado en 2015, ingresó al programa EA Originals un año después y luego fue respaldado por el superpoder del editor: una bendición para la firma alemana Jo-Mei Games, que probablemente no podría haber soñado con algo mejor para su… primer juego. en el tema notado durante el primer tráiler: hay que decir que el título tiene algo para seducir, tanto en su oscuro mundo de ensueño como en sus interesantes palabras maduras. Como mucho para decirte desde un principio, Sea of Solitude no es un juego con ambient joie de vivre, al contrario: como su nombre indica, es una aventura cuyo tema principal es la soledad y todas sus tensiones psicológicas. La directora del juego, Cornella Geppert, también reconoce haberse inspirado en gran medida en su propia experiencia para denunciar los hechos a través de una interpretación, al fin y al cabo, muy personal. En resumen: si te sientes flojo estos días, tal vez no deberías entrar en Sea of Solitude, cuyos eventos generales tratan algunas cosas bastante difíciles, pero no sin algunas notas cálidas y optimistas.
MUY MAL VIAJE
En Sea of Solitude, el jugador encarna a Kay, una joven misteriosamente transformada en un monstruo peludo perdido en un mundo extremadamente torturado. El objetivo de su búsqueda es simple: descubrir el por qué y el cómo e, idealmente, encontrar su naturaleza humana (que es práctica en la vida cotidiana). Ella, su barca y su lucecita que le sirve de guía tendrán que navegar entonces los arroyos de una ciudad inundada, con aguas oscuras y peligros permanentes. Desde el principio, el tono está establecido: el viaje promete ser basura y una pesadilla. Los monstruos que acechan a nuestra pequeña heroína no solo dan mucho miedo, sino que también son moralmente difíciles de vencer. Constantemente, el tipo de Némesis que seguirá a Kay a lo largo del juego se complacerá en menospreciarla, insultarla literalmente y recordarle su naturaleza de menos que nada. Bien, bienvenido.
Kay, está totalmente perdida. Defendiéndose lo mejor que puede, el pequeño ser no puede atacar de ninguna manera sino simplemente esquivar los ataques mortales de sus agresores, principalmente a pie o nadando. Luego explorará varios universos, cada uno centrado en sus traumas: egoísmo, depresión, discordia familiar, rupturas amorosas... No debemos buscar un significado concreto o relevante en el universo de Sea of Solitude: en realidad es una gran metáfora. por todos estos temas altamente intelectuales, materializados por criaturas deformes y un acertado contraste entre tonos oscuros y coloridos. Sin lugar a dudas, es esta escritura psicológica, junto con un logro artístico llamativo, lo que constituye la fuerza de este software único: se presta a la reflexión y tiene bastante éxito en el tratamiento de sus diversos temas. A decir verdad, es posible que algunos incluso se reconozcan en él y puedan sacar lecciones de él para su vida personal… lo cual, francamente, no es nada.
TRAMPA DE MAR PROFUNDO
Un verdadero juego de aventuras, Sea of Solitude esencialmente gira en torno a fases bastante básicas de plataformas terrestres, natación o navegación. Incluso en general, la jugabilidad y el diseño de niveles resultan ser relativamente simples: simplemente vamos del punto A al punto B, esquivamos un monstruo marino carnívoro y jugamos con un poco de tiempo para escapar o atrapar a algunos oponentes raros. No alcanza con romperle las tres patas a un pato, por más que el juego se esfuerce en renovar su experiencia con algunas mecánicas nuevas, todas muy efímeras. Probablemente aquí es donde el zapato aprieta un poco: si Sea of Solitude no necesita ser divertido para contar su historia, podría haberlo hecho sin ser un poco aburrido en ciertos momentos, concepto repetitivo y sin inspiración. Es una pena porque empaña el ritmo de vez en cuando y, clarísimamente, Jo-Mei Games no brilla con su maestría en el diseño de juegos.
...la elegancia de Sea of Solitude es uno de sus grandes puntos fuertes y, aunque a veces tira demasiado de la cuerda llorosa, es difícil no dejarse tocar.
El talento de los alemanes definitivamente permanece en el establecimiento de un ambiente impresionante y palabras levantadas: a medida que avanza su búsqueda, Kay podrá purificar áreas y cambiar completamente el ambiente. Sin chispear técnicamente, es imposible negar esta ultrapulcra dirección artística, a veces abominable, a veces cálida, con un misterio constante que te lleva muy rápido a las tripas. Asimismo, mención especial a la refinada BSO de Guy Jackson -disponible además en plataformas de streaming- que hace endiabladamente bien su trabajo: la elegancia de Sea of Solitude es uno de sus grandes puntos fuertes y aunque a veces tira demasiado la cuerda de los llorosos, difícil de no ser golpeado. Hay que subrayar la corrección de ciertas moralejas y, sobre todo, Mar de soledad no es ni demasiado corta ni demasiado larga: entre cuatro y cinco horas para completar la docena de capítulos, es un lapso de vida relevante para una poesía de esta envergadura. Sobre todo, a la vista de sus pocas cascaritas de diseño puro y duro, se habría agraviado más longevidad y por tanto acabamos con un juego correctamente equilibrado, sobre todo por los veinte euros que pide.