Seamos claros: Shadow of the Beast se trata de combos y puntuación. En este ámbito, el juego cumple a la perfección las especificaciones; y para no dejar a los neófitos en el suelo, Heavy Spectrum integra poco a poco las sutilezas del sistema de combate. Tanto mejor, porque los ataques básicos muestran rápidamente sus límites. Entre los movimientos especiales, recordamos especialmente el "Rage Combo" (L1 + R1) gracias al cual es posible deshacerse de criaturas un poco más duras a la vez, siempre que tenga suficiente sangre y tenga el ritmo bajo su piel. Porque si Shadow of the Beast impone ser reactivo, también requiere un sentido del tiempo infalible. De hecho, los monstruos salen, por lo general, de dos portales a cada lado del personaje. Como resultado, mientras estás forcejeando con uno de ellos, nada impide que el otro aseste un traicionero golpe con la hoja; sabiendo que estas secuencias pueden desplazar hasta treinta enemigos. Por lo tanto, es fundamental "balancer" de izquierda a derecha manteniendo el tempo correcto, de lo contrario perderá el hilo y terminará cortado en pedazos pequeños. En estos momentos, el juego parece un auténtico ballet donde cada gesto es milimétrico, donde cada ejecución superflua es sinónimo de castigo.
LA BESTIA Y LA BESTIA
Eso sí, siempre podemos arremeter contra el hecho de que una vez iniciada la animación, ya no podemos interrumpirla para encarar al oponente que está a punto de golpearnos; pero aquí es precisamente donde radica todo el desafío de Shadow of the Beast que, por otro lado, muestra una gran indulgencia ya que no es obligatorio explotar toda la lista de comandos para completar el juego. En realidad, hacer modales es especialmente útil para rayar las medallas cuyo material (oro, plata, bronce) varía según el estilo del personaje y su eficacia. Vencer a los demonios sin recibir un solo golpe, variar los ataques y mantener el multiplicador en un nivel alto son las mejores formas de clasificar bien; sin olvidar los puntos de Maná cuyo número aumenta con los golpes de brillo. Con estos puntos XP, por así decirlo, hay una manera de permitirse una gran cantidad de actualizaciones a "Shadow Lore". Obviamente pensamos en ataques especiales, pero también y sobre todo en talismanes. Estos confieren poderes muy preciados como aumentar la salud máxima en 5 puntos, regenerar la salud del personaje por cada oponente derrotado o resistir caídas que suelen ser fatales. En "Shadow Lore" también hay elementos de menor importancia pero que sin duda serán de interés para aquellos que deseen completar el juego al 100%. Y luego, imposible no mencionar la versión original de Shadow of the Beast que se puede desbloquear contra unos cientos de miles de puntos de maná. Es probable que los veteranos aprecien este manjar.
Finalmente, solo hay un punto en el que las peleas de Shadow of the Beast son decepcionantes: las peleas de jefes. De verdad, es divertidísimo.
Finalmente, solo hay un punto en el que las peleas de Shadow of the Beast son decepcionantes: las peleas de jefes. De verdad, es divertidísimo. De acuerdo, los desarrolladores de Heavy Spectrum se esforzaron por mantenerse lo más cerca posible de la versión de 1989, pero claramente había algo mejor que hacer. Los Golgoths pueden ser gigantescos, pero sus patrones ridículos los hacen tan inofensivos como corderos. Incluso Maletoth, el jefe final, es una gran broma. Lástima. El diseño de niveles tampoco es el más loco, aunque podemos saludar el esfuerzo de los desarrolladores por tener bonificaciones ocultas aquí y allá. Afortunadamente, la dirección artística permite superar estos inconvenientes, teniendo cada nivel su propia identidad visual. Incluso los ambientes desérticos, que dan la impresión de sonar huecos, tienen la boca llena. Después, siempre podemos decir que Shadow of the Beast podría haberse visto mejor con un motor gráfico más sólido, pero Heavy Spectrum aporta lo esencial con un perfecto dominio de los efectos, entre otros. Por último, para los más pequeños que no tienen ni idea, os recordamos que el escenario del juego os permite encarnar a Aarbron, un ser humano que se ha convertido en una horrible criatura sedienta de sangre tras ser arrancado de sus padres. Impulsado a matar a su propio padre, descubrirá sus verdaderos orígenes y se dará cuenta de que ha sido manipulado por sus amos. El punto de partida de una terrible venganza de la que te acabamos de hablar.